¡BIENVENIDOS!

Este es un blog dedicado a la FE CATÓLICA de siempre. Contáctanos si deseas a: propaganda.catolica2@gmail.com

martes, 28 de enero de 2014

SANTOS Y HÉROES DE LA CARIDAD: Esclavo de los negros

ESCLAVO DE LOS NEGROS

San Pedro Claver

* * * 
“En este puerto de Cartagena brilla desde ahora un faro de esperanza. Estos negros desgraciados, sucios, repugnantes, tienen ya unos brazos para estrecharlos, unas manos que, después de lavarles las heridas, les darán alimento, el dulce consuelo de la caricia y, lo que es más, el agua redentora del bautismo; unos ojos les mirarán con dulzura, unos labios les hablarán de esperanza, del cielo, de Dios, porque Pedro Claver, al emitir su profesión religiosa, ha pedido a los superiores permiso para firmar así el acta de la misma: “Pedro, esclavo de los negros para siempre jamás”. Y toda la vida de Pedro Claver es esto: visitar, enseñar, catequizar, consolar y bautizar a sus negros: más de trescientos mil en cuarenta años de apostolado. Las calles de la ciudad y las sendas del campo le vieron llevando en la mano un bastón en forma de cruz, sobre el pecho un crucifijo de bronce, y en la espalda una alforja… El mal olor de aquella aglomeración de negros en una región tropical y los enjambres de mosquitos, que le pican sin que él los aparte, le dejan tan extenuado, que muchas veces cae desfallecido…Durante catorce años, todas las semanas va a la miserable choza de un negro paralítico, le toma en brazos, le sienta sobre su manteo, le arregla el jergón, le abraza y le vuelve a acostar.

A veces la naturaleza se rebela. Ha llegado a Cartagena un navío cargado de esclavos. En el puerto, como acostumbra, está el apóstol esperando; pero las autoridades niegan la contrata, porque abordo se ha desarrollado entre los infelices esclavos una terrible epidemia de viruela negra, y el buque no es sino un montón pestilente de moribundos y cadáveres en una isla cercana dejan a aquellos desgraciados. Pedro Claver va a la isla; pero es tan terrible el espectáculo de aquella carne podrida, que por instinto vuelve el rostro y se aleja. Pero esto dura un instante; Pedro llora amargamente, se ampara con unos árboles, desnuda su cuerpo y se azota hasta derramar sangre; después se vuelve a vestir, retorna a los enfermos, les pide perdón y, besándolos uno a uno, consuela con su dolor el dolor de aquellos desgraciados. “Pedro Claver, esclavo de los negros hasta la muerte” (cf. I. FLORES DE LEMUS, Año Cristiano Ibero-Americano t.3 p.525-528).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario