Prefacio
Para que el AÑO DE LA FE sea fructuoso
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EN ESTE AÑO DE LA FE,
la publicación de este catecismo bíblico y apologético tiene tres fines:
1. Obedecer a la voz del Papa y de nuestros obispos y apoyarlos en la defensa y
propagación de la Fe católica;
2. Apoyar a nuestros hermanos párrocos, sacerdotes, religiosos, religiosas y catequistas
poniendo a su disposición un instrumento de trabajo para hacer llegar la fe y
doctrina católicas a todas las almas que la Santa Madre Iglesia católica les ha
confiado;
3.
Poner en las manos del
pueblo católico un libro sencillo, completo donde puede encontrar un resumen de la Fe
católica para conocer su propia Fe y defenderse de la propaganda de las sectas
anti católicas que con unas citas bíblicas falsificadas quieren arrancar a toda
costa la Fe cristiana católica de los corazones de nuestro querido pueblo católico y mariano.
Las preguntas y respuestas de este Catecismo fueron redactadas por los Hermanos de la doctrina
cristiana (FTD); contiene la Doctrina católica basada en la BIBLIA, la
Tradición apostólica y el Magisterio de la
Iglesia. Debido a tanta confusión sembrada por el relativismo y las sectas,
subproducto del protestantismo, hemos añadido numerosas citas bíblicas;
afirmamos con claridad y convicción la Fe de todos los santos y papas y obispos
católicos, y rechazamos con firmeza las acusaciones y pretensiones de las
sectas fundadas por hombres rebeldes a la legítima autoridad del Papa y de los
obispos que Cristo dejó en su Iglesia (San Lucas 10, 16). Nuestro fin, como lo
dijimos ya, es apoyar al Papa y los obispos.
El cardenal Ratzinger, ahora Papa BENEDICTO XVI, en su
libro INFORME SOBRE LA FE (Ed. BAC 7ª edición paginas 80-81), ya en 1985 decía
que las confusiones que descubre en la teología se traducen en graves
consecuencias para la catequesis. «Puesto que la teología ya no parece
capaz de transmitir un modelo común de la fe, también la catequesis se halla
expuesta a la desintegración, a experimentos que cambian continuamente. Algunos
catecismos y muchos catequistas ya no enseñan la fe católica en la armonía de
su conjunto -gracias a la cual toda verdad presupone y explica las otras- sino
que buscan hacer humanamente “interesantes” (según las orientaciones culturales
del momento) algunos elementos del patrimonio cristiano. Algunos pasajes
bíblicos son puestos de relieve, porque se les considera “más cercanos a la
sensibilidad contemporánea”; otros, por el motivo contrario, son dejados de
lado. Consecuencia: no una catequesis comprendida como formación global en la
fe, sino reflexiones y ensayos en torno a experiencias antropológicas
parciales, subjetivas»
A principios de 1983, el futuro papa Benedicto pronunció en Francia una conferencia
precisamente sobre la “nueva catequesis”. Dijo entre otras cosas: «El
primer error grave fue suprimir el catecismo, declarándolo superado; a lo largo
de estos años, ha sido ésta una decisión universal en la Iglesia, pero esto no
quita que haya sido una decisión errónea o, al menos, apresurada.» Ahora insiste: «Es necesario tener presente que, desde los primeros tiempos del cristianismo,
aparece un “núcleo” permanente e irrenunciable de la catequesis, es decir, de la formación en la fe. […] Toda la exposición
sobre la fe se halla organizada en torno a cuatro elementos fundamentales: el Credo, el Pater Noster, el Decálogo, los Sacramentos. Esta
es la base de la vida del cristiano, la síntesis del Magisterio de la Iglesia,
fundado en la Escritura y en la Tradición. El cristiano encuentra aquí lo que
debe creer (el Símbolo o Credo), esperar (el Pater Noster), hacer (el Decálogo)
y el espacio vital en que todo esto debe cumplirse (los Sacramentos). Esta estructura fundamental ha sido
abandonada en demasiadas catequesis actuales, con el resultado que comprobamos: la disgregación del
sensus fidei [sentido de la Fe] en las nuevas generaciones, a menudo incapaces
de una visión de conjunto de su religión».
En efecto, en cada siglo el porvenir del cristianismo católico depende de la enseñanza de la
FE a los niños y jóvenes. En cada siglo el futuro del mundo depende de la
predicación de la Fe católica. Hoy, por no tener fe en la vida eterna, la gente ya no tiene esperanza y tampoco caridad. Todos
reclamamos justicia. Todo esto es fruto de la FE, donde no hay FE auténtica, no
hay esperanza, no hay caridad, no hay tampoco justicia. El desorden actual en el mundo es fruto de la pérdida de la FE divina
y católica en el pueblo. El católico, a pesar de las tentaciones humanas, sabe
que debe actuar como un hijo de Dios y respetar la vida y bienes de sus
hermanos y si no obra bien tendrá que dar cuentas a Dios mismo que juzgará a
cada uno según sus obras (San Lucas 6,
36-37; Sabiduría 6, 2-7).
Este Catecismo es un tesoro para todos: para preparar a los niños y jóvenes a la primera
Comunión, a la Confirmación y a la
Confesión. También para preparar a los novios al
Sacramento del Matrimonio, porque permite revisar las nociones básicas que todo católico debe saber
para sacar fruto de los demás Sacramentos. Este Catecismo ayuda también a los
adultos, a los papás, a los jóvenes, a los ancianos, incluso, a refrescar su
memoria y saber los puntos fundamentales de la FE católica que han olvidado o
nunca aprendido.
Si quiere usted profundizar la Fe
católica, además de los catecismos que Ud. conoce ya, le aconsejamos consultar
en Internet la rica biblioteca católica (www.statveritas.com.ar) y bajar y leer el Catecismo Romano del Concilio de Trento, el Catecismo del Papa San Pío X que,
dice el papa BENEDICTO XVI, “fue para muchos una guía segura en el aprendizaje de las verdades de la fe por su
lenguaje sencillo, claro y preciso y por su eficacia expositiva”.
(http://www.zenit.org/article-36263?l=spanish).
+Padre
Michel Boniface
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