¡BIENVENIDOS!

Este es un blog dedicado a la FE CATÓLICA de siempre. Contáctanos si deseas a: propaganda.catolica2@gmail.com

sábado, 6 de abril de 2019

REFLEXIONES CUARESMALES PARA CADA DÍA. Sábado del Cuarto Domingo de Cuaresma. Reflexiones.

Sábado del Cuarto Domingo de Cuaresma. Reflexiones.
(Lección del profeta Isaías 49, 8-15)

¿Por ventura una madre puede olvidarse de su hijo? Pero aun cuando ella se olvidase, por lo que a mí toca, dice el Señor, yo no me olvidaré de vosotros. ¿Podía el Señor darnos una idea más alta de su ternura que la que nos da por esta expresión, por esta comparación? El amor que una madre tiene naturalmente a su hijo es grande, es ardiente, es compasivo, es tierno: el que Dios nos tiene a nosotros es todavía más vivo y más constante. Una madre puede olvidarse de su hijo: Dios no es capaz de olvidarse de mi alma. ¡Qué consuelo pensar que Dios se compadece de mis males, y que es sensible a mis necesidades, que yo le soy más amable que un hijo único, que un hijo agradecido, un hijo bien nacido lo es a la madre más tierna! Que mis defectos, mis desbarros, mis flaquezas no pueden ahogar jamás ni apurar aquel fondo inagotable de bondad con que Dios me mira, y que le ha hecho derramar sobre mí tantos favores! ¡Qué consuelo saber que es un Dios quien ama, y que me ama como Dios! Esta bondad es incomprensible. Pero ¿Es más fácil de comprender el poco amor, el poco reconocimiento que nosotros mostramos a Dios? Dios dice que no se olvidará jamás de nosotros: ¿Por ventura nosotros no nos olvidamos jamás de Dios? ¿Pensamos en Dios cuando formamos aquellos proyectos de soberbia, aquellos designios de ambición, aquellas ideas de grandeza y de fortuna en que pasamos la mayor parte de nuestra vida? ¿Pensamos en Dios en esas concurrencias mundanas en que la religión tiene miedo de mostrarse a cara descubierta, donde la devoción es un nombre desconocido o a lo menos desusado, de donde el Espíritu de Jesucristo está desterrado, y en donde las máximas del Evangelio están proscritas? Este Dios olvidado en el mundo ¿Es siquiera más honrado en el lugar santo por aquellos que están en él con menos modestia, con menos respeto, con menos decencia que estarían en los espectáculos profanos? Non est qui recogitet corde. En el corazón ¿Tiene mucha parte en esos actos exteriores de religión? El espíritu de esta religión, que es tan santo, ¿Reina en todos los estados, en todas las edades, en todas las condiciones de la vida? La fe se apaga por la corrupción de las costumbres; y cuando la corrupción de las costumbres se derrama como un torrente, cuando el contagio penetra casi por todas partes, cuando el vicio rompe casi todos los diques, ¿Florece mucho la religión? La fe ¿No pierde nada de su vigor? Su luz ¿No queda algo oscurecida? Dios nos ama sin otra razón, sin otro motivo que su pura bondad. Pero ¿Qué razón, qué motivo tenemos nosotros para no amar a Dios? Nosotros nos olvidamos de Dios; pero ¿Podemos olvidarnos de los beneficios de que nos ha colmado en todos tiempos? ¿Podemos pasar sin su ayuda, sin su gracia, sin su protección? ¿Qué día ha habido, qué hora, qué momento de vida en que no hayamos recibido algún beneficio de su mano? Pero somos tan estúpidos, que ni aun nos dignamos pensar en ello: comprende, si acaso puedes, la iniquidad de esta monstruosa indiferencia. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario